Bronquiolitis PDF Imprimir E-mail
Escrito por Administrator   
Viernes, 12 de Marzo de 2010 16:04

Bronquiolitis

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis aguda del lactante es una enfermedad infecciosa que afecta a los bronquiolos (los bronquios más pequeños que forman la parte terminal del árbol respiratorio). Puede ser causada por agentes infecciosos o por alergia. Los agentes causales más comunes son:
• Virus

Sincicial respiratorio, Parainfluenza, Influenza y Adenovirus.
• Bacterias

Neumococo, Estreptococo y H. influenzae.

La bronquiolitis afecta con más frecuencia a bebés menores de 2 años de edad y es frecuente en las épocas invernales. Es una enfermedad muy grave hasta los seis meses y puede dejarles secuelas a los menores de tres meses. Los bebés prematuros suelen necesitar incluso hospitalización.
¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas que podría presentar el bebé son los siguientes:
• Tos
• Fiebre moderada o alta
• Aumento en la frecuencia respiratoria (taquipnea) y silbidos con la entrada de aire en los pulmones (sibilancias)
• Somnolencia, irritabilidad, o dificultad para dormir
• Rechazo del alimento y a los líquidos
• Retracción durante la inspiración del espacio intercostal y del hueco supraesternal
• Pausas respiratorias prolongadas o apneas
• Movimiento del perímetro de las fosas nasales que indica un esfuerzo importante para respirar
 
¿Cuáles pueden ser las complicaciones?

Las complicaciones que se asocian a esta enfermedad están relacionadas con el agotamiento del bebé por el esfuerzo que realiza para poder respirar y también por la imposibilidad de ingestión de alimentos y líquidos. Incluso se puede llegar a cuadros de deshidratación.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento se basa en bajar la fiebre, hidratación y nebulizaciones. El niño debe ser colocado en un ambiente caliente, bien oxigenado y con saturación de vapor de agua. En este último caso son muy eficaces los vaporizadores ambientales. Si el bebé rechaza la alimentación por boca a veces es necesario la colocación de sueros endovenosos.
En los casos que se sospeche una causa bacteriana se deben administrar antibióticos de amplio espectro. También es útil la kinesioterapia respiratoria. Algunos pediatras utilizan broncodilatadores en las nebulizaciones o incluso corticoides para reducir el espasmo bronquial.
A veces puede ser necesaria la internación del bebé debido al agotamiento del bebé o a la prolongación de la enfermedad.

NOTA: Ante episodios de tos en el bebé o cualquier alteración respiratoria debes consultar inmediatamente al pediatra.

Esta enfermedad se puede prevenir de 3 maneras:

     Evitar el consumo de tabaco durante el embarazo
     Favorecer la lactancia materna natural
     Mantener una higiene y limpieza de las manos (ya que se transmite mediante la saliva)

La higiene es clave en la prevención de ahí que sea importante lavarse las manos antes de tocar al bebé en periodos epidémicos. La higiene del entorno también es importante por eso debe utilizar pañuelos desechables, lavar bien todos los enseres, taparse al estornudar, utilizar material de higiene específico distinto al de los mayores, ventilar la casa y limpiar a fondo los juguetes.

Para los bebés más vulnerables existe un tratamiento preventivo que se administra sólo a través del ámbito hospitalario, que incrementa las defensas, por lo que, en ese caso, es necesario mantener las indicaciones del médico.

La bronquilitis suele comenzar como un catarro de vías respiratorias altas, con rinitis y estornudos, que suele complicarse cuando se percibe que el bebé respira con dificultad o fatiga y a veces se oyen pitos (sibilancias).

Dado que la causa principal es un virus, el tratamiento es sintomático y los antibióticos no son útiles, pero hay una serie de cosas que podemos hacer para que el peque se encuentre mejor:

     Mantener un ambiente con un nivel de humedad adecuado y ofrecer al niño agua de forma regular, por ejemplo con los humidificadores.
     Mantenerlo semiincorporado boca arriba.
     Limpiar sus fosas nasales con los sacamocos.
     Si hay fiebre tratar de bajarla con remedios naturales o con antitérmicos bajo control médico.
     Mantener el ambiente libre de humos.

La bronquiolitis aparece cuando hay una complicación que pasa de vías altas a vías bajas, y afecta a los bronquiolos, ya que se produce una edema y esto dificulta la respiración. Los síntomas que pueden llegar a agravarse comienzan a las 48 ó 72 horas del comienzo proceso que se está complicando, y son las sibilancias, apneas transitorias, y dificultad para comer o beber, algo que precisa un servicio de urgencias.

Esta enfermedad puede durar entre siete y 32 días, aunque la media de duración son habitualmente 15 días.

El riesgo mayor está en los bebés prematuros, con enfermedades congénitas y respiratorias, por lo que se han de extremar los cuidados, y destacó que la bronquiolitis puede dejar predispuesto al niño a padecer asma y cuadros con sibilancias.